jueves, 7 de febrero de 2013

La lectura equivocada

El  día que mi teléfono amaneció dañado

Justo cuando necesitaba hacer la tranferencia electrónica, recordé que mi teléfono estaba dañado y como bien saben la compañia bancaría enviaría el código a mi celular. Wow, ¿y ahora cómo hago?
No te preocupes linda utiliza tu tarjeta Sim en mi télefono, así me dijo él.
¡Bendita idea! recibí el código y logré hacer la transferencia. Pero no solo eso alcancé, también logré ver los mensajes guardados en su bandeja de entrada.
"Todo gusanito necesita su manzanita" fue el último de los mensajes en esa conversación.
"Quisiera besar tu vajina y un poco más abajo"
"¿Te estas tocando?"
Y pare usted de contar... estos fueron sólo algunos de los mensajes que alcancé ver en el teléfono de ese hombre que apenas solo hace un mes estaba conmigo. ¿Qué hacía ahora con todo lo que estaba sintiendo en ese momento? ¿Armo un escandolo aqui, delante de su amigo, en una casa ajena? Todas estas preguntas llegaban a mi mente, mientras ellos hablaban de política.